Edición 82
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Cristian Loo y sus 25 años de compromiso con la labor bomberil

Cristian Loo y sus 25 años de compromiso con la labor bomberil

El Comandante del Cuerpo de Bomberos de Pozo Almonte comparte su experiencia al servicio de la comunidad, contribuyendo en la formación de jóvenes voluntarios y apoyando en todo tipo de emergencias, para el rescate de vidas en El Tamarugal.

 

 

A sus 41 años, Cristian Loo recuerda como si fuera ayer cuando comenzó su carrera como bombero. Relata que su afición comenzó cuando tenía 15 años, cuando estudiaba en el Fuerte Baquedano.

 

Estaba junto a sus amigos cuando presenció un incendio . “Al día siguiente, mi mamá me preguntó porqué la ropa olía a quemado. Le conté lo que había pasado y le dije que quería ser bombero. Me dio permiso con la condición de que mejorara las notas. Y así fue. Me llevó a la primera compañía que, antiguamente, estaba en calle Aldunate (de Pozo Almonte)”, contó Loo.

 

Desde entonces lleva 25 años siendo bombero voluntario y, actualmente, es el Comandante del Cuerpo de Bomberos de Pozo Almonte, en su quinto periodo. “Fui instructor de la Academia Nacional de Bomberos, formando a bomberos a nivel regional. Adquirimos conocimientos para traspasar a las nuevas generaciones”.

 

EMERGENCIAS

 

Cristian comentó que un bombero está preparado para enfrentar incendios, rescates, situaciones peligrosas y todo tipo de emergencias. “Desde rescatar un gato en un árbol hasta una persona debajo de un bus. La vocación se hace; los primeros cinco años marcan el futuro en la institución”, agregando la labor ante las contingencias climáticas por las bajadas de agua en la cordillera de Tarapacá durante el verano “donde hubo gente aislada, pero sí les dimos tranquilidad y serenidad”.

 

“En esta labor, uno tiene experiencias bonitas y tristes. Por ejemplo, no estamos preparados para perder a un compañero en servicio”, dijo el bombero que es operador en mina y estudiante de cuarto año de la Ingeniería de Prevención de Riesgo.

 

Asimismo, dio a conocer el trabajo que realizaron durante las últimas lluvias estivales. “Camiña, Tarapacá y Huatacondo fueron los pueblos más afectados por las bajadas de agua. En Camiña, hubo 67 personas, dedicadas a la agricultura, que resultaron damnificados. Todos los años, tenemos bastante trabajo sobre esto, con monitoreo constante, pero la emergencia sucede todos los años y deja una historia”, expresó.

 

ROL FAMILIAR

 

Loo valora el rol de la familia detrás de cada voluntario (a), ya que siempre están presentes. “Quiero destacar a cada uno de ellos, ya que sin ese pilar no somos nada. A veces, trasnochamos, o nos perdemos de fiestas y cumpleaños, pero la emergencia no tiene hora”.

 

Sobre sus próximos desafíos como institución, Loo informó que están trabajando en un proyecto para comunicar la provincia y la región de Tarapacá. “Hay varias falencias en equipamiento y renovación de equipos, capacitaciones y estamos luchando para que nosotros seamos profesionales de la emergencia”.

 

 

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